REFLEXIONES

Aquellos aspectos que deseamos comentar sobre el portafolio electrónico, citas textuales,  frases que nos llamaron la atención y comentarios personales para compartir.

Tengo varios años de trabajo docente en diferentes instituciones educativas, unas de sostenimiento particular, otras oficial e incluso municipal. Desde mis primeros años como docente, ya usaba portafolios físicos para que cada alumno guardara sus evidencias de aprendizaje y sus producciones. De algún modo, ya se contemplaba la necesidad de incluir éstas a la calificación de cada período, mes, bimestre, año. Como en todo, hay evolución, se da un cambio en la terminología: al portafolio de evidencias se le llamaba, recopilador de producciones, carpeta de aprendizajes, expediente de aprendizaje y otros términos. Lo cierto es que ya se sentía la necesidad de incorporar a la valoración o juicio de valor que lleva finalmente a dar un dictamen o calificación o en su caso, la evaluación sumativa, otro tipo de elementos, en la etapa de proceso del aprendizaje, la etapa de desempeño, el aspecto procedimental y actitudinal. 

Como bien sabemos, los procedimientos y actitudes, nos darían a saber como docentes, el grado de interés o participación que ha mostrado el estudiante, las habilidades y desrtezas, que ha desarrollado en un tiempo determinado. Ahora llamamos a todo ello, la adquisición de competencias. Es entonces que se comprende y concluye la necesidad de integrar de manera formal la evaluación formativa, que hasta hace poco adquiere ese nombre, al proceso de evaluación. Enseguida, nos encontramos con otra necesidad: cómo valorar, cuantificar y calificar estos aspectos, que son cualitativos y no cuantitativos, como la cifra que obtenemos de un examen objetivo? La rúbrica, la lista de cotejo, las escalas estimativas... listo. Una cosa trae la otra. Los instrumentos, también habría que cambiarlos, ya no sólo se puede calificar a un estudiante con un solo instrumento que es el examen objetivo. Hay que aprender a medir de otra manera y con otros instrumentos. 

En veinte líneas no pretendo decir todo acerca de la historia y surgimiento del portafolio físico y ahora electrónico. Las lecturas que realizamos ya de alguna manera lo hicieron. Lo que pretendo decir, es que una cosa sí es definitiva: El proceso de evaluación ha cambiado radicalmente de lo que se consideraba con anterioridad. Si antes la evaluación, había sido un punto de polémica y de conflicto, por ser un aspecto complejo como elemento indispensable de cualquier currículum en cualquier nivel educativo, ahora estamos aún más conflictuados. Nada fácil determinar el qué se evalúa, para qué, cómo, con qué, quién evalúa, con qué, cuándo. Estas preguntas no se responden tan fácilmente porque depende de quien las responda, del enfoque desde el cual se les responda. Así bien, para los que se orientan por el constructivista darán unas respuestas, el conductista, darán otras. Una institución de corte tradicional cetrará el aprendizaje de sus alumnos en los contenidos, en programas cargados de temas. 

En fin, aquí lo importante, es el hoy, el aquí y el ahora. La tendencia educativa, la metodología y los currículum, apuntan al uso de las TIC´s, por lo tanto, todo el proceso de enseñanza aprendizaje, incluyendo en éste a la evaluación, debe incorporar elementos electrónicos. El E-portafolio, no es la evaluación formativa,  es una herramienta que nos orienta, apoya y nos brinda elementos valiosos, para llevar a cabo una parte muy importante de la evaluación formativa.

Sería magnífico, que en nivel primaria también contáramos con el equipamiento tecnológico necesario para que se pudiera trabajar un portafolio electrónico en los tres últimos grados. Lamentablemente, en la ecuela primaria donde yo laboro, no se tiene ni lo mínimo indispensable al menos para que los alumnos reciban la instrucción de lo básico. Hay muchos programas como HDT y otros más actuales. Sin embargo, ningún programa será exitoso si no se equipa a TODAS las escuelas del pais de los medios indispensables.